Descripción: En 1887 Fermín Canella describe la que él califica como selecta galería de pinturas de Anselmo González del Valle, y en ella, este Ecce Homo por el asturiano Carreño. Después de su adquisición por el museo fue restaurada, y en su fecha dice: "es obra muy cercana al maestro acaso propia, o de algunos de sus mejores discípulos como Mateo Cerezo": Cristo, como varón de dolores, está representado de busto, con la mirada lastimera hacia arriba. Lleva manto en púrpura, soga al cuello y corona de espinas y en sus ojos brillan unas lágrimas, mientras la caña o cetro aparece atravesada de izquierda a derecha en el cuadro que, por otra parte, es de muy buena calidad.